22 de julio, jueves.
Itinerario: Locmariaquer-Villa de
Kerinet-Parque Natural Regional de Briere-St. Lyphart
Pernocta: camping Fleur de
Briere (47.396702, -2.2999) en St. Lyphart
Por la noche refrescó
un poco, solo un poco, y nos acostamos con casi todo abierto exceptuando una
puerta y una ventana pero la mañana nos sorprendió restando algunos grados más que nos obligaron a cerrarlo
todo.
Vemos que la gente
hace cola frente a la oficina de recepción saliendo después con pan y bollos.
Me acerco y veo que la joven que lo entrega comprueba algo en una lista y luego
tacha. Y mis sospechas se confirman ya que había que haberlo encargado el día
anterior pero el joven que nos atendió no nos informó. Cuando leo los comentarios de este lugar
coinciden en que la gente del camping es muy amable y me digo a mí misma que
debe ser con ellos mismos pero no así con los extranjeros, o al menos con nosotros….ayer
casi ni nos hizo caso y algo similar ocurrió en uno de los dos camping que
visitamos antes de este.
Marchamos “sacudiéndonos
el polvo de las zapatillas” ya que no es un lugar para recomendar, a nuestro
juicio, poniendo rumbo directo a Saint Lyphar.
He desechado Vannes.
Ya hemos estado dos veces más y es una ciudad grande, demasiado. Los lugares
para aparcar hablan de mucha distancia al centro e incluso de tomar transporte
público y esto podría suponer buscar un área de autocaravanas cerca y pernoctar
para hacer la visita con mayor tranquilidad. Pero una vez más lo que más me
disuade es el cierto sentimiento de rechazo, y no solo las molestias que me produce circular por
ciudades tan grandes.
Y hemos dejado atrás
la Bretaña y estamos ya Saint Lyphart, una pueblecito en el Parque Natural Regional de Briere, en
el camping Fleur de Briere (47.396702, -2.2999). 13 euros con electricidad
(aunque el cambio de aguas se hace fuera de las instalaciones y hay que pagarlo
a parte, 2 euros). Sombra y una pequeña piscina. Junto al Intermarché. El calor
sigue sin darnos tregua pero al menos aquí corre el aire, lo que es una
delicia.
Pero hoy el día se ha
torcido y continuó torcido. Primero intentamos echar gasoil pero en un surtidor
de camiones, con lo cual cuando vamos a meter la manguera…no cabe. Nos tenemos
que ir después de haber hecho todo el proceso de pago automático. Aquí mismo nos topamos con un cartel de “rute barrené” (cerrada) a 10 km como otras
tantas veces en este viaje. Pero esta vez no somos capaces de encontrar la
salida y entramos en un círculo vicioso del que no somos capaces de salir
aunque nos alejemos, conectando incluso dos navegadores.
Se nos acercó un
francés amable preguntándonos por nuestro destino y trata de ayudarnos hasta que se da cuenta de
que por donde nos está indicando también está cerrado, así que el hombre nos
dice que le esperemos que coge su coche y nos guía. Y lo hizo, no hasta
ponernos en la ruta. Nos lleva hasta el mismo Saint Lyphar. Pobre hombre. La verdad,
es que no nos sentimos cómodos siguiéndole cuando ya los navegadores ahora sí
habían encontrado la ruta, pero no podíamos comunicarnos con él así que le seguimos.
Además, para finalizar su generosa obra,
nos anotó su teléfono en un papel y nos dijo que si teníamos problemas que le
llamáramos. No hablaba nada más que francés, pero conseguimos entendernos. Esta
buena gente me devuelve las ganas de estar con mis semejantes. Y …, vuelve a
salir la señal de Addblue.
Y ya en St. Lyphart
intentamos encontrar el área para autocaravanas, pero vamos y venimos hasta que
al final por intuición la hallamos frente al camping, donde estamos ahora.
Descargamos grises y negras y me acerqué a informarme sobre los precios del camping.
Le pregunto si puedo elegir, reservar parcela y volver y me dice que sin
problema. Así que buscamos parcela…a la sombra. Cuando la encontramos, sacamos
una mesa para reservarla…las 12,30 y “sin vender una escoba”.
Así que sin perder más tiempo ponemos rumbo a la Villa de Kerhinet
a 7 km. Al llegar nos dirigen a un aparcamiento gratuito en una gran pradera.Esta villa nos
sorprende. Es de lo más pintoresco y merece una visita. Nos encontramos con unas
bonitas casas con tejados de paja fabricados con cañas de las marismas llamadas
"chaumières. Los tejados hacen unas
ondulaciones muy características para salvar las ventanas que hemos observado en otros lugares (en el Valle del Sena, cerca de su
desembocadura) y que rompiendo la rectitud de líneas, la dotan de un encanto
especial.
El pueblo había sido
abandonado, pero ha sido restaurado por el Parque Natural Regional de Brière
para preservar este patrimonio local excepcional. Así, han renacido 18
"chaumières", dos hornos de pan, un lavadero y un pozo.
Está lleno de gente que camina arriba y abajo. Nos encontramos con un curioso mercado local donde hacen todo tipo de comida al igual que venden bebidas. La gente parece elegir los productos crudos que luego son cocinados allí mismo.
En el centro, bancos y mesas para degustar
lo que se compre. Igualmente hay otras explanadas cercanas con más bancos y unos
jóvenes parecen controlar el aforo. Luego leo que todos los jueves de verano se celebra un mercado de productos de
la tierra. Nosotros nos limitamos
a visitar los rincones de artesanos que vemos en las casitas o chaumieres y a
seguir disfrutando de este peculiar y bello lugar para regresar al aparcamiento
y poner rumbo al corazón de este parque que en realidad son unas marismas, pero
con agua…pese a lo avanzado del mes.
Así circulamos unos 15 km por llanuras peladas hasta llegar a una zona donde podemos contemplarlas y luego nos acercamos a una “isla” donde hay un embarcadero ya que se visita la zona también en barcas. Pero a las 14,15 horas y con este calor, no apetece nada. Y además tampoco veríamos más de lo que vemos ahora así que ya cansados y casi “caducados”, decidimos regresar al camping parando antes en el Intermarché a comprar sobre todo mas Adblue.
Cuando queremos
instalarnos son ya las 15,30, comemos y literalmente yo me desmayo hasta las
17,30 en que me desperezo pero no sin esfuerzo.
Cuando “regreso a la
vida” sigo viendo que el frigorífico no enfría bien. Lo achaco a las altas
temperaturas, pero cuando abro el congelador compruebo que se está empezando a
descongelar lo poco que me queda. Y por casualidad descubrimos que esta puesto
de forma continua a gas y que automáticamente no se ha puesto a luz. Creemos
que hemos podido tocar algo al bajarle más la temperatura por los rigores del calor,
que le ha dado esa orden, pero aun así, no explicaría ese semi descongelamiento
que puede estar indicando que a gas no funciona, ya que a 12V ha funcionado muy
poco, horas al día. Lo observaremos. Pero los días que nos quedaron hasta
nuestro regreso (unos dos días y medio) el funcionamiento fue correcto. Y…algo
bueno, …no ha vuelto a fallar el boiler, no obstante lo hizo y cinco veces, así
que no podemos dejarlo pasar y más estando en garantía.
Pues parece que el
funcionamiento es normal. No obstante me preocupa ese episodio por ahora,
esperemos, que aislado. De hecho lo que venía pasando es que le costaba arrancar,
pero una vez que lo hacía, si diariamente se encendía, no solía haber
problemas. Los daba cuando pasaban días sin encenderse.
Cuando reviso y
arreglo este relato, en septiembre ya, tenemos la autocaravana en el servicio
técnico de Thruma. A primera vista los técnicos estaban desconcertados. Dicen
que estos boiler no suelen dar problemas, pero que cuando lo hacen suelen ser
latosos. No saben qué le puede pasar. Lo cierto es que lleva 4 días en el
servicio técnico y no sabemos si han dado con el fallo y lo están probando, o
siguen con la técnica de ensayo-error. Y a finales de septiembre lleva ya más
de 20 días en el servicio técnico. Thruma tiene establecido un protocolo y no
puede cambiar el boiler así que ha enviado piezas que han tardado seis días en
llegar y tras cambiarlas, tampoco ha funcionado correctamente, así que están
esperando, una vez más, respuesta de Alemania para proceder, y mi enojo crece
proporcionalmente al tiempo en que estamos sin poder usar la autocaravana y sin
perspectivas de ello.
En cuanto al
frigorífico, no volvió a darnos problemas por lo que seguramente se debió a un
error nuestro.
Nos vamos a cama pronto. Sobre las 23 todo el
camping está silencioso. Está prohibido lavar los platos después de las 22
horas. Parece que esta noche va a hacer menos calor que ayer. Nos dormimos sin
dificultad.
23 de julio, viernes.
Itinerario: St. Lyphart-L’arche Brironne-Burdeos
Pernocta: Area de viticultores
en el chateau Haut-Tellas
(44.899505, -0.452758).
Día de regreso puro y
duro.
Hay nubes altas que
ocultan el sol. Nos levantamos temprano, desayunamos, vaciamos y cargamos agua
(operación que como dije, se hace fuera y cuesta 2 euros y en moneda de dos, y
es importante señalar esto ya que no valen 2 monedas de 1 euro).
Paramos en el Intermarché
a comprar pan y ponemos rumbo a un embarcadero a 7 km escasos de donde estamos,
frente a la villa de Kerhinet donde estuvimos ayer.
Se trata de L’Arche Brieronne en Breca. Cuando llegamos vemos una autocaravana aparcada en un sitio muy bonito, completamente cubierta por una cúpula arbolada y junto a uno de los “dedos de agua” de esta marisma, en un pequeño embarcadero. Aparcamos al lado.
Aquí podemos observar
mejor las características de este Parque
Natural Regional de la Brière. Tiene una
extensión 40 000 hectáreas y son las
segundas marismas más importantes de Francia (después de La Camargue),
declaradas Parque Nacional en 1970. Detrás de los diques formados por aluviones
del río Loira, una inmensa turbera de 40.000 hectáreas deja emerger siete islas
en su corazón. Este paisaje, conocido como Tierra Negra o País Negro a causa de
la turba, alberga una gran diversidad de fauna y flora.
Ahora estamos en un embarcadero en el que dan paseos a turistas en las barcas típicas llamadas Chaland. 9,50 por persona un paseo de 45 minutos, pero ya sabemos que no vamos a ver ningún ave, ni nada que se le parezca. Tan solo se trataría de recorrer los canales laberínticos de esta marisma.
Así que Angel se manifiesta contrario pero dejándolo a mi elección. Lo dudo, pero tiene razón, así que caminamos unos minutos por este bello lugar formado por una especie de dedos de agua que se insertan en la tierra y un poco antes de las 10 nos encerramos en nuestra caja de zapatos particular para poner rumbo al Sur, de regreso a casa.
Hoy he pensado en
llegar a Burdeos y selecciono unos posibles sitios de pernocta. Hoy por la tarde,
viernes, mañana sábado y el domingo las autovías francesas son terribles con “bouchones”
frecuentes y elevada densidad de tráfico lo que las hace especialmente
peligrosas. Así que nos quedaremos o antes de después de Burdeos, depende del
tiempo.
Y sorprendentemente ya
encontramos “bouchones” a la altura de Nantes pero a las 11,30 de la mañana.
Había elegido un área a unos 10 km al noroeste de Burdeos. 14 euros y 28 plazas. Luego…habría que esperar encontrar
sitio. Después de burdeos la oferta se reducía. Pero encuentro un viñedo también
a unos 10 km al Noreste de la ciudad. Gratuito, solo que no hay sombra pero en
el área, también había poca. Pero el tiempo ha cambiado. La temperatura no ha
subido de 26 o 27 grados y las nubes han ocultado al sol, con lo cual no va a
ser necesario protegerse del sol bajo un árbol.
Así que ponemos rumbo
a este lugar, El chateau Haut-Tellas (44.899505, -0.452758). Tras circular por
caminos asfaltados (carreteras estrechitas) llegamos a este lugar pero tan solo
encontramos una casa a un lado de la carretera y unos edificios a la derecha.
Me bajo e investigo. Veo un cartel de France passion y deduzco que debe ser el
lugar y al segundo aparece un joven al que le pegunto. Nos ofrece toda una
ladera con un poco de inclinación, escasa pero no plana, junto al jardín de la casa. Nos dice que esta
noche, bueno tarde a las 20 y hasta las 00,00 habrá una pequeña fiesta de
degustación de vinos y aparcaran una decena de coches allí. Le pregunto que
donde nos ponemos y nos dice que hagamos lo que queramos, así que…en soledad
completa ascendemos esta lomita y nos ponemos al final arriba en lo que parece
ser un ancho camino de acceso para la maquinaria y con las viñas a nuestros
pies y una arboleda de robles al otro lado a modo de seto.
Y aquí estamos ahora. Casi con frío. Nuestra soledad ha durado poco, porque hace un rato hemos visto subir a una furgoneta y hemos pensado que venían a trabajar y que les impedíamos el paso, pero no, era una pareja de jóvenes que envidiosos habían decidido pasar la noche aquí, justo al otro lado frente a nosotros a unos 50 metros de distancia.
Hemos comido, tarde,
como últimamente y sobre las 17,30 hemos bajado a ver la bodega y comprar algo
de vino como creemos que es justo hacerse en estos casos para agradecer la
generosidad del anfitrión. Esta vez estaba el dueño y le hemos pedido degustar antes
de comprar y nos ha dicho que podíamos
hacerlo esta noche acudiendo a la fiesta, reunión o lo que sea abonando 15 euros y podríamos además, disfrutar de un “pinchito”.
Le hemos dicho que no entendíamos el francés y que queríamos algo más sencillo.
No nos ha hecho mucho caso y le ha dado el relevo al joven que nos ha atendido
esta mañana, François quien nos ha aconsejado. No estaban muy preparados para
la cata, no sé si porque lo tenían todo para esta noche. No encontraba un
sacacorchos así que le hemos dicho que no se preocupara y que nos asesoraba.
Angel se inclinaba por un vino rojo sin barrica, pero él nos ha aconsejado otro
de barrica entre 12 y 13 meses, y decía que merecía la pena, así que han caído
dos botellas, una para cada pueblo. Después de beberlas podemos decir que era
un excelente vino.
Para despedirse
François me ha regalado un frasquito de la miel que producen ellos,
ecológica, y aquí estamos de nuevo, en
lo alto de nuestra colina, que ahora es compartida. Corre un airecillo más bien
fresco y ahora mismo se escapan gotitas de agua pero no da lluvia hoy…y que no
llueva, porque aunque es de bajada, no me gustaría nada conducir por verde
húmedo o mojado.
24 de julio, sábado.
Itinerario: Burdeos-Contreras-Lerma
Pernocta: área de autocaravanas de Lerma.
Hemos pasado una noche
tranquila y estupenda y ponemos ahora rumbo a casa.
Al salir comprobamos
como en la misma carretera y a escasos kilómetros hay otro castillo de
viticultores que acoge autocaravanas y este parece mejor preparado ya que está
en los jardines de la casona, que son planos. Pero, no hemos estado mal.
Atravesamos Burdeos
temprano con algún que otro “bouchón” sin mucha relevancia y ponemos rumbo
directo a casa.
Atravesamos la
frontera sin mayores problemas y nos dirigimos a Burgos. A Angel se le ha
ocurrido ir a visitar el cementerio de Sad Hill y a mi me pareció buena idea.
Tenemos tiempo suficiente. Pero, un poco antes de entrar en la provincia de
Burgos nos topamos con un monumental atasco. El navegador nos da una hora
parados y se cumple pese a que a 2 kilómetros pensábamos salirnos y continuar
por la N-I, pero nos desvían a todos por allí. Parece que la autovía está
cortada por lo que sea. Kilómetros después todos volvemos a retomar la A-1
Atrás dejamos burgos y
la hora nos obliga a detenernos en un área recreativa que hay en la carretera
que lleva al monasterio de San Pedro de Arlanza para comer. Después de
descansar ponemos rumbo a Contreras donde sale el camino que nos llevará a este
curioso lugar. Pero, una vez en Contreras, justo cuando comienza lo encontramos
cortado por obras. Nos quedamos perplejos. Estamos en España. Hay otro camino que
parte cerca de Silos, pero leo que es bastante peor, salvando desniveles, así
que decepcionados, decidimos buscar un sitio donde pasar la noche.
Y parece una misión imposible. No hay que olvidar que es sábado así que de regreso al área recreativa donde habíamos comido vemos un gran grupo de jóvenes que han puesto una carpa y sentados en sillas forman un círculo charlando y bebiendo. NO sabemos si se irán, o no, o si pasaran la noche allí, así que ante la amenaza de una noche de jóvenes, nos vamos en busca de un sitio mejor. Que no encontramos con facilidad. Perdemos además los datos y navegamos a ciegas, sin saber si pasamos por algún lugar donde a poca distancia podamos pasar la noche. Y no conseguimos recuperarlos. Atrás dejamos Covarrubias y un poco desesperados, recuerdo que en Lerma había visto más de un sitio así que decidimos dirigirnos para allá.
Antes de llegar recuperamos los datos y elegimos un aparcamiento, pero cuando llegamos vemos que está en una zona verde donde ahora hay adolescentes. Peligro de posible botellón, así que cansados ya de que desde el atasco nos saliera todo mal, nos vamos al área de autocaravanas de Lerma (42.02806; -3.76500). Estupenda decisión. Un sitio muy cuidado, sobre hierba que su dueño cuida con parcelas grandes con el único inconveniente de que la carretera pasa al lado, pero, sinceramente, por la noche no nos enteramos de nada.
25 de julio, domingo.
Lerma-Boadilla del Monte
Y después de una noche
fresca y tranquila, el domingo 25 de julio por la mañana a la hora de comer
estábamos ya en casa
Mª Angeles del Valle Blázquez
Boadilla del Monte, septiembre de 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario