16 de julio, viernes
Itinerario:
Treguier-Plougrescant (castel Meur)- Faro de Men Ruz (Costa de Granito
rosa)-Noterigou
Pernocta: área de la aldea
Gala de Noterigou. 48.7831, -3.52541
Pero quizás lo más
característico de la zona o lo que atrae al turismo, es una casa construida
justo entre dos rocas enormes y allí nos dirigimos, la casa de Castel Meur.
Circulamos por carreteritas hasta llegar al
aparcamiento destinado a las autocaravanas.
En una página web
sobre la Bretaña encuentro una definición de este paisaje que es muy descriptiva:
“Islotes que parecen lentejuelas sobre el mar, puertos minúsculos, casas de
muñecas junto a gigantes de granito”
Ahora ponemos rumbo a Perros
Guirec, aunque únicamente pasaremos por ella, porque nuestro destino está en el Faro de Men Ruz, en la costa
de granito rosa. Comprobamos que Perros Guirec no tiene ningún atractivo
especial al margen de ser una bonita bahía muy construida y continuamos nuestro
camino. Nuestra intención es acercarnos lo que podamos a la costa para caminar
hacia el faro y un poco por los acantilados de esta turística “costa de granito
rosa”, pero una señal nos dirige a un aparcamiento y nos informa de la
dificultad de circular para las autocaravanas.
Terminamos en una gran
explanada verde donde nos cobran 6 euros por una hora o por 12, ya que no se
permite la pernocta. Solo hay una máquina y se paga con tarjeta. Y tenemos
nuestras dificultades para entendernos con ella ya que parece más preparada
para los turismos, pero al final lo conseguimos (cuando se pierde el miedo, se
tocan todos los botones hasta acertar).
Sinceramente, me encanta que con sus 64 años se
siga sorprendiendo al encontrar cosas que con todos nuestros años aun no hemos
visto lo cual nos indica que aun tenemos muchas cosas que ver y descubrir.
Llegamos hasta el faro en esta romería (no quiero pensar lo que será mañana) y regresamos variando un poco nuestro itinerario. Nuestra compañera Tula se porta. La pobre, a la que llamamos “pata pollo” porque ha perdido casi toda la masa muscular de la pata derecha trasera, nos sigue a su paso aunque a veces su impaciencia la hace caminar a tres patas.
Casi sin darnos cuenta,
a las 13 horas, estamos de regreso y ponemos rumbo a un área de autocaravanas
que habíamos localizado a 10 km de allí y donde estamos ahora. Estamos cerca de
Noterigou en el aparcamiento de una “aldea Gala” para niños y un planetario
(48.7831, -3.52541). Cabemos 20 y aunque a las 14 horas casi estaba llena, se
han ido yendo pero otras están ahora llegando. Los espacios son un poco justos,
pero suficientes ya que detrás tenemos sitio para poder sacar nuestras sillas y
disfrutar del sol.
Regresamos a la autocaravana
y siguen llegando más por lo que creemos que se han puesto al fondo sobre
asfalto. Los franceses tienen una habilidad especial para encontrar sitio…donde
ya no lo hay.
17 de julio, sábado.
Itinerario: Notiregou-Morlaix-Guimillau-Cairn
de Barenez-Le Diben
Pernocta: Camping Kerven.
47.702499, -3.83407
Y llega la mañana del sábado 17. Tambien soleada. No sé
si creerme tantos días de sol y la temperatura no sube de 20 grados. Fresquita
y agradable.
Vaciamos el wáter y
las grises porque llenar costaba 5 euros y leemos que es muy lento, así que
ponemos rumbo a Morlaix. Hasta ayer
tenía anotado visitar Lannion, aunque
esta ciudad no estaba en principio, pero luego he reflexionado y la he retirado
al tenernos que desviar y nos hemos dirigido a Morlaix. Pero siempre me queda
la duda de si acierto, o no.
Y allí llegamos cerca
de las 10 y encontramos fácil aparcamiento en una de las 160 plazas que hay,
pero observamos que no dejan de entrar los coches uno tras otro. Algo hay. Me
temo que mercadillo. Y eso no me gusta porque se llena todo.
Descendemos hacia el centro y enseguida nos asomamos a un impresionante viaducto de la segunda mitad del siglo XIX y de 58 metros de altura, emblema de la ciudad y por el que pasa el tren.
Abajo, una gran plaza cuadrada a la que se asoman casas de granito gris, ordenadas, uniformes. Y ya en la plaza vemos puestos de mercadillo de objetos varios.
Pero hay mucha gente. Demasiada. Y los puestos y terrazas llenos de gente, limitan la visibilidad de los edificios del entorno.
En el mercadillo todo
el mundo lleva mascarilla. Entramos un poco, pero decidimos salir y regresar.
Bonita la iglesia de Saint Melaine del siglo XV.
Y después me enojo porque veo que nos dejamos el puerto que era donde parecía estar el mayor interés. Yo no me di cuenta, pero había un microbús eléctrico gratuito que partía de la gran plaza que nos llevaba allí. Angel vio su destino, y como es mudo, no dijo nada. Además, es más cómodo dejarse guiar.
Ahora pusimos rumbo a Guimillau, a 25 km, una pequeña localidad que posee el
conjunto parroquial más famoso de la
Bretaña del que destaca su impresionante calvario de 1581.
Tiene una pequeña área
para autocaravanas, así que lo primero que hicimos aprovechando la soledad, fue
cargar agua para después acercarnos a ver este peculiar lugar.
Encontramos este conjunto sin dificultad y lo que más nos impresiona es el calvario, al parecer el más bello y renombrado de la Bretaña francesa con más de 200 figuras y rematado por una sola cruz.
Podemos reconocer muchas escenas de la biblia, principalmente del nuevo testamento
aunque también las hay del antiguo. Y aquí sí que puedo afirmar que merece la
pena venir, aunque haya que desviarse. Además, el entorno es muy agradable y todo el conjunto armonioso y bello.
Partimos ahora hacia Cairn de Barenez, el túmulo funerario o
mausoleo más grande de Europa a donde llegamos alrededor de las 13,30.
A las 14 horas decidimos poner rumbo a un camping municipal de Tregastel, pero pasando antes por una área de autocaravanas en Le Diben.
Lamentablemente nos perdemos y circulamos por lo que parece un laberinto de caminos asfaltados hasta poder retomar nuestro rumbo.
En la carretera nos topamos con la imagen de un diminuto cementerio de barcos.
Cuando llegamos al área, es un aparcamiento sobre asfalto cuyas plazas que dan frente al mar están todas ocupadas. En los laterales quedan algunas, pero me resulta poco atractivo. El día invita a estar fuera y la gente lo hace poniendo sus sillas sobre el asfalto detrás de la autocaravana a la vista de todos. No me sentiría cómoda, así que ponemos rumbo al camping, pero cuando llegamos allí al margen de resultarnos caro, unos 20 euros y sin luz, esta hasta muy lleno. No parece un sitio tan atractivo como pintaban las fotos.
Así que decidimos regresar a Le Diben donde habíamos pasado por delante de lo que era un camping en el que se veía un inmenso prado verde. Y aquí estamos ahora. El sitio es estupendo. Si quieres pradera, pradera, nosotros hemos elegido un rincón tranquilo entre árboles, entre sol y sombra y ahora a las 20 horas, ya no se puede estar fuera por el frio. Creo que solo me he sentado a comer. Una pena.
Después de comer me he
tumbado y hemos salido a buscar la playa que dista unos 500 metros.
Curiosas las playas de aquí. Como las mareas son tan fuertes, cuando está baja deja al descubierto todo: piedras grandes, pequeñas, algas, algones, lapas,….Caminamos al fondo hasta donde está el agua. Es una bahía pequeña y tranquila y algunos disfrutan de un baño. Yo, tentada, me quito las zapatillas y meto mis pies pensando en que a lo mejor el agua está algo templada. Pues no.
Está…fresca, no, mejor calificarla de fría. Vamos, que pienso en nuestras playas, hermosas, donde puedes pasear kilómetros y kilómetros, hundiéndote en la suave arena dorada, bañándote en aguas transparentes y cálidas….un lujo. No me extraña que cuando las descubran enloquezcan.
Y regresamos para
darnos una buena ducha y yo me quedo en la autocaravana a escribir pensando en
salir a tomar el sol, pero ya, no puedo. Tomaría el fresco…o el frío. En estas
latitudes solo se puede disfrutar del exterior al medio día, luego ya…hay que
buscar buen refugio.
(Corregiré esta ultima
afirmación, ya que el tiempo cambio….y fue muy caluroso)
No hay comentarios:
Publicar un comentario